Los pasillos y halls de entrada de los tribunales suelen presentar una de las arquitecturas más impresionantes de la ciudad. Enormes construcciones de piedra y molduras recrean un escenario intimidante en el que el acusado se siente constreñido y culpable desde el momento mismo en que ingresa a la sala del juzgado. El tamaño del lugar, su furia arquitectónica y su acústica resonante recuerda a una iglesia o catedral. Aquí, donde a diario cientos de acusados, abogados, fiscales, jueces y visitantes corretean por los pasillos para llegar a tiempo a sus citas y reinterpretar la ley en cada caso, Christian García pone en escena un coro de cantantes amateur que cantan a capella obras litúrgicas renacentistas y las traducen en movimientos. La tradición eclesiástica del canto coral se enfrenta aquí cara a cara con una institución en mayor o menor medida secular.

Christian Garcia, Lausanne/Berlín

Christian Garcia (1968) estudió guitarra clásica, piano y pedagogía musical. Compuso y dirigió la música para cinco espectáculos -“Cyclique 1&2” (2000), “Applique” (2001), “Rondo” (2002), “Velma Superstar” (2005) y “Réquiem” (2007)- con el colectivo suizo Velma, que alterna entre la performance, el teatro musical y el concierto. En paralelo a su trabajo con Velma, Garcia compone para diversas producciones de danza y teatro; lo ha hecho por ejemplo para Elodie Pong y Robert Pacitti, Denis Maillefer y Fabienne Berger. Además compone música para películas, en Suiza entre otros para Jean-Stéphane Bron y Vincent Pluss, en Alemania para Sonja Heiss y en Inglaterra para Andrew Kötting. Desde 2010 pone en escena piezas propias de teatro musical, como “Glissando” en el teatro municipal de Varsovia y “Pastiche” en el de Berna. También empezó a ser conocido como cineasta a partir de su cortometraje “La Caverne” (2009) junto a Frank Semelet y Catherine Travelletti. Los trabajos de Garcia se han exhibido en toda Europa: en Suiza, Alemania, Bélgica, Polonia, la república Checa, Francia y España, entre otros países.

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